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Fixeros: Ciclismo Urbano se toma a Cali

  • Foto del escritor: Nosis
    Nosis
  • 20 abr 2020
  • 4 Min. de lectura

CRÓNICA:


Por: Juan Sebastian Chaves gil


Ya es común ver en la ciudad subculturas en cada esquina, grupos de personas que se identifican en comportamiento y creencias. A una de ellas, solo las bicicletas, la adrenalina y una pipa les satisface. Son los fixeros.

Para ellos, como si se tratase de una linda letra escrita por un gran poeta, hablar de bicicletas los inspira, por el equilibrio y las dos ruedas, piezas importantes para su ejercicio. Pero, a diferencia de la montada en bicicleta, que más de uno conoce y que es placentero hacer, para los fixeros, montar es viajar a toda velocidad entre motos, carros, camiones y buses, sin importarles que puedan estar violando leyes de tránsito, por lo que reciben madrazos, gritos, pitazos y, eventualmente, puñetazos.

“Salía cansado del trabajo, cruzaba la calle 4ta con carrera 4ta, al norte de la ciudad, me trasportaba en mi caballo de acero, una Mach Titán Rs, diseñada para su uso diario, especialmente para correr. Como si se tratase del silbido de un pájaro, lo escuché de lejos, miré hacia atrás y un joven en su bicicleta, muy acelerado, como si se tratase de una carrera, me grita: ‘¡pista!, ¡pista!’. Por la experiencia que llevo transportándome y entrenando en bicicleta, es una jerga para pedir permiso. Su vuelo en su caballo de acero fue tan ligero que pensé que lo perseguían por robarle su bicicleta, luego noté que venía un pelotón detrás de él, y como si fuese de una contrarreloj, fue el viento que me empujó del asombro”. Así cuenta su experiencia el fotógrafo Daniel Escobar.

No se sentía solo, pues sabía que otros tenían el mismo gusto de transportarse en bicicleta y entrenar al mismo tiempo. Los problemas de transporte, el caos vehicular, la contaminación y las dificultades para estacionar los carros han llevado a muchos caleños a tomar la decisión de viajar en bicicleta.

Además, el llamado ‘caballito de acero’ es para ellos una búsqueda de felicidad que no se las da ni el bus, ni un vehículo particular en hora pico.


Fotografia de: Juan Sebastian Chaves


Las Fixie:


¿Qué hace tan atractivas a estas bicicletas? Su bajo peso es secundario, posiblemente lo más encantador de ellas es la comunión que se logra entre el ciclista y su bici, dado que no tiene piñón libre, sino que es de piñón fijo, por lo que siempre que la bicicleta esté en movimiento, los pedales estarán girando, es decir, el fixero estará moviendo las piernas siempre que esté rodando en su bici. Esta característica de piñón fijo puede resultar extraña al principio, pero con un poco de práctica se logra esa unión entre el ciclista y su bicicleta.


‘Alley cat’, una competencia clandestina:


Como en un día común, la gente, las bicicletas y los autos pasaban de un lado a otro. Algunos regresaban de hacer sus trámites, del trabajo o de la universidad. Sin embargo, a lo lejos se escuchaba una arenga, un sonido que diferenciaba la cotidianidad de la ciudad, un olor a pipa de marihuana que se distinguía en el de la urbe.

Unos 60 ciclistas irrumpieron en la escena con un único objetivo: ser los primeros en llegar a la meta (o batir sus propios récords, al menos). Una multitud corría a coger su bicicleta, como si se tratase de un concierto de rock, donde la masa corre de un lado a otro sin cuidado, tomando su bicicleta y corriendo. En la medida en que me iba acercando, escuchaba mejor, mientras el olor de pipa me penetraba: estaba por comenzar una carrera clandestina.

Antes de iniciar el evento, uno de los organizadores explicó las ‘reglas’: “la única regla que hay es que no hay reglas, crucen por donde crucen y disfruten por donde se les dé la gana”. Agregó que el ganador sería quien lograra pasar por varios puntos de la ciudad en el menor tiempo posible. Cada quien debía decidir su ruta, sin un orden predefinido para completar los ‘checkpoints’ (puntos de obligatorio paso).

No era, pues, una competición con normatividad, las vías no estaban cerradas con vallas patrocinadoras y ni hablar de motos de seguridad. El ‘Alley cat’, que se hace eventualmente, el desorden, el manejo y sobrevivir, serían la adrenalina que genera el evento. Y para los espectadores, habría un componente adicional: el olor de pipa de marihuana, que penetraba hasta los huesos.

“Para ganar es necesario ser capaz de saltar de la calle a la acera, para zigzaguear entre los peatones y vendedores ambulantes. Aparte de todo eso, hay que estar pilo con los ‘hijueputas’ huecos”, explica un ciclista, a quien, en el mundillo, se le conoce como ‘La Pulga’.

Pero en este mundo no solo participan los fixeros: “lo más chistoso es que algunos de los que compiten aquí, son ciclistas profesionales. Su rendimiento en la carrera se nota y algunos son conocidos nacionalmente”, dice, entre risas, otro de ellos, a quien llaman ‘Pitufo’.

Este tipo de carreras no recibe la aprobación de todo el mundo. Ni siquiera de quienes tratan de promover el uso de la bicicleta en la ciudad como transporte alternativo. Grupos que apoyan y que intentan incentivar el uso cotidiano de la bicicleta en la capital del Valle, temen que estos corredores puedan dañar la imagen de los ciclistas. “La típica frase ‘ya está el ciclista saltándose el semáforo’, un obstáculo más ante la mala imagen que se tiene del ciclista actual para los que queremos circular según la ordenanza de movilidad”, argumenta ‘Manuel’, un ciudadano que se transporta habitualmente en bicicleta, y quien quiso mantener su nombre en reserva.

“Si, hemos recibido quejas al respecto de este tipo de carreras ilegales en bicicletas en la ciudad, ya es concurrente, sin embargo cuando llegamos al lugar no están, cambian de posición y en una ciudad tan grande atrapar a estos ciclistas es difícil, cuando han tenido accidentes algunos arreglan con el conductor y otros se vuelan del lugar dejando al lesionado o vehículo implicado en el lugar.” Aseguro Carlos Henao, Guarda de transito de la ciudad.

Más que un desorden vial a la ciudad, de lo que se trata es de es incentivar el deporte y la unión al manejar una bicicleta, todos somos hermanos y amigos entre todos nos apoyamos.


___

*El autor de este artículo es además ciclista profesional de alto rendimiento y ha competido en eventos clandestinos en la ciudad.

Fotografia de: Juan Sebastian Chaves


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