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La palabra “amor”, una coyuntura de la vida

  • Foto del escritor: Nosis
    Nosis
  • 19 may 2020
  • 6 Min. de lectura

Por Lucero Pantoja


Es común que el ser humano maneje el sentido de las frases y de las palabras a su conveniencia, especialmente dependiendo de la situación, del momento y de la manera en cómo lleguemos al punto de definir nuestro sentido del común.

Estamos sometidos a una vida llena de libertades. Y los complejos que todos poseen, los momentos de alegrías y de lujuria, y las satisfacciones que llegan al ser de cada uno y son definidas según su conveniencia, son algunas de las ocasiones que nos introducen al concepto de “amor”. No siempre se está delimitado a manejar esta palabra en un solo argumento, pues normalmente ese concepto es la clave de que muchos triunfos sean dados a conocer; como también ese concepto define el sentimiento generado entre el ser humano y el afecto hacia un objeto material, el trabajo, un animal, el deporte y cientos de situaciones en los que se hace presente dicha palabra.


El amor es el sustantivo del verbo amar, un elemento que indica atracción a otro ser definido. Es una situación en la que el alma despierta una gran cantidad de pasiones, que buscan complementarse entre dos humanos, con la satisfacción de encontrar acciones intimas y eróticas. Pero, ¿qué decir de esos amores platónicos que nos hacen ir hasta el más allá? Aunque las barreras existen, podría decirse que la falta de tiempo, provocado por sus extensas jornadas laborales, evita darnos una oportunidad en este sentimiento de larga trayectoria en el mundo. Desde ciudades o hasta millones de kilómetros que separan un país o un continente del otro, generan un cambio en el pensar de algunas personas, evitando generar relaciones sentimentales, o, tal vez, las ganas de arriesgarse al darlo todo por el otro.


Sin embargo, no se puede reducir el concepto de amor al interés mutuo entre dos personas y su unión; este concepto puede extenderse hacia otras facetas de la vida. Si al ámbito laboral se refiere, el amor es el toque secreto para convertir un trabajo en un estilo de vida. El amor hace que el trabajo sea la mayor distracción. Pero no se puede concebir a un profesional exitoso y próspero sin felicidad en su corazón, sería como un esclavo de su obra y no como un amo de su prosperidad. Un vendedor que no ama su trabajo es un perdedor con sueldo. Una señorita de atención al público en un almacén que no ame lo que hace es, posiblemente, un ser inconforme, que no está a gusto con su trabajo, ni con lo que hace a diario y en las mañanas; se levanta con mala actitud, haciendo que otros vean en su reflejo el mal gusto que siente al estar en ese lugar. A razón de lo anterior, es necesario pensar en lo mucho que hay que trabajar para vivir, y la mejor opción para no caer en este tipo de actitudes negativas es trabajar con amor, como si fuese el primer día laboral, de esta manera podrá cambiar esa visión desalentadora.


Cambiemos de perspectiva y hablemos de eso que nos llena de alegría al llegar nuestros hogares: el amor por los animales. Es una tendencia que está creciendo en el mundo entero. Poder apreciar el movimiento de su colita con alegría al observar que llega a casa es una de las mayores recompensas de la vida. Y es así cómo cada vez son más las personas que se declaran amantes de estos fieles compañeros. Las redes sociales son un gran aliado para divulgar información, ayudar a los animales desamparados, conformar grupos activistas, luchar por los derechos de estos pequeños e incluirlos dentro del núcleo familiar es una poderosa fuente de cariño y aprecio por aquellos seres que no tienen voz, pero sin duda su amor hacia sus dueños alienta el alma. Pero esta tendencia va mucho más allá de las redes sociales. Tratamientos que hasta hace poco solo utilizaban los humanos, han empezado a ser parte primordial de la vida de las mascotas; de aquellas que disfrutan del cuidado y la compañía, al mejor estilo de las celebridades, como espás para perros y gatos, peluquerías, gimnasios, butiques, restaurantes, y hasta sicólogos para tratar trastornos de índole emocional. Estos son algunos de los servicios más recurrentes debido a la tendencia del amor y cuidado de las mascotas. Este es un ‘bum’ que se oye en el mundo entero y que centra a los animales, y en especial a los domésticos, en un lugar privilegiado dentro del círculo social. No es otra cosa que la evolución moral de las personas, en donde se manifiestan una serie de sentimientos por un ser, que antes era considerado como una herramienta de trabajo o un ente de entretenimiento, sin importar su sufrimiento. Sin embargo, que con el pasar de los años los animales han dejado de ser herramientas de trabajo para convertirse en las mascotas de los hogares. Se han convertido en el amigo más importante, que, por su dependencia, solo busca cuidados, cariño y bienestar.


Otros de los aspectos en los que la palabra amor es más visible consiste en nuestro físico. Ni qué decir de la pasión por el deporte, que es una de las claves para mantener una vida saludable. Muchas personas practican actividades físicas como ejercicio. No obstante, algunos lo llevan como una especie de sacrificio. Ese es un gran error que se debe evitar a toda costa si es que se quiere mantener una vida saludable a lo largo de la existencia. Ejercitarnos nos lleva a lograr un buen estado físico y buen estado de salud. Si se le ve como diversión, se podría continuar una rutina diaria para sentirse mejor ya que su cuerpo se lo agradecerá por mucho tiempo. Por tanto, es importante no llegar a la exageración, hasta el punto de agotarse física y mentalmente; no hay por qué convertir el ejercicio en un “Dios”, ni se debe tener la intención de relucir una esbelta figura, la cual se convierte en una vanidad de primera, es decir: algo que no es necesario.


Este concepto también genera una relación incondicional dentro del núcleo familiar, o sea: con los integrantes del hogar, con los cuales convivimos. Con ellos se mantiene una vida llena de apreciaciones y conocimientos cariñosos que se comparten entre sí. El amor a la familia es uno de los principales y más importantes sentimientos, y debe ser atesorado. A pesar de los prejuicios y disgustos causados por diferencias personales, se pueden mejorar dentro un dialogo, para acordar los desacuerdos entre los mismos. Más que una relación familiar aceptable, se trata es de lo valioso de poder compartir, buscar momentos de diversión y esparcimiento para apreciar a los padres. Cuando es necesario, ha de mejorarse la convivencia entre los hermanos y entre los demás miembros que integran la familia, para hacer a un lado las rivalidades por diversas situaciones. Cultivar un ambiente de paz es un progreso que conduce a la tranquilidad.


Hay momentos en la vida donde existen personas que pueden perturbar la paz, como aquellas con problemas sentimentales, o las que generan conflictos entre amigos. En esas situaciones se puede producir un sentimiento de rencor por aquello o aquel que lastimó el corazón. Es algo difícil de evitar, pero si perdonáramos, será un alivio para el alma, y así, se obtiene una manera más fácil de vivir tranquilos, aun cuando se recuerde a las personas que nos lastimaron.


Qué mejor manera de vivir sin pensar en aquello que dolió, no solo se trata de soltar y olvidar, es una cuestión de curar las heridas, dejar de derramar lágrimas. Hay que llevar el amor como un aprendizaje. Se puede creer que sufrimos una dificultad que no creímos supera. Pero perseverando en la práctica de ese sentimiento, en ese concepto llamado amor, al final, se puede mirar con otros ojos la circunstancias y a las personas. Dejar de pensar en el pasado es la cura que mata el rencor y ayuda a continuar con sosiego.


El amor propio y hacia los demás seres expresa la más mínima satisfacción haber logrado la paz que muchos buscan. Es demasiado indispensable encontrarla. Dar un paso atrás nos enseña a amar a otros. A pesar de que uno mismo termine ignorando e incluso olvidando lo que ya se superó, el reflejo de serenidad es la mejor recompensa que cualquiera pueda tener.


La palabra “amor” conlleva a una ilimitada cantidad de apreciaciones, vivencias, sentimientos y seres que diluyen nuestra existencia, compactan con la base que se genera a través del sustantivo en diferentes aspectos de la vida. Solo hay que aprender de cada uno, sin generar responsabilidad alguna; tomando como ejemplo la magnitud de lo que el ser humano puede alcanzar y sentir, con aquel amor que nos lleva a vivir y luchar ante la opresión del miedo y de la angustia. El amor ayuda la contención de diversas coyunturas que hacen parte de la vida.

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